Buscar este blog

sábado, 22 de octubre de 2011

De vuelta a San José

El día después de visitar el Parque Nacional de Manuel Antonio pasamos la mañana en Quepos, un pueblito dónde pensábamos hacer algunas compras. Cogimos el transporte del hotel hasta la carretera principal, y de ahí en autobús hasta el centro de Quepos. 







Ese día hacía un calor asfixiante, así que después de visitar un poco el pueblo, pasamos por un súper a comprar algunas guarradas para pasar la tarde y de vuelta al hotel. Se estaba mejor en la piscina... Por el camino, pudimos ver unas preciosas panorámicas de Manuel Anton¡o.

Se acababa lo bueno, así que hicimos las maletas y disfrutamos de nuestras últimas horas en el hotel El Parador. Nuestro viaje estaba llegando a su fin.

Al día siguiente nos vinieron a recoger para llevarnos a San José. Después de un lluvioso trayecto llegamos al hotel Balmoral, el mismo de nuestro primer día. Dejamos las cosas y nos fuimos a dar un paseo por el centro de San José.
Y cómo estábamos muy cansados del viaje, a cenar temprano en el restaurante del hotel: El Patio del Balmoral. 
Para mí, una hamburguesa:




Para él ¿adivináis? Lomito con camarones.








Y de aquí a la cama, mañana nuestro fabuloso viaje llega a su fin.

4 comentarios:

  1. Jajaaa... Imagino que nada mas llegar a España tu marido se pediría una merluza... ó un bacalao!!! Pero que quieres que te diga.. me gusta mas el plato de él que el tuyo.
    A estas alturas ya debíais estar cansaditos.
    Besotes.

    ResponderEliminar
  2. Gracias por compartir este viaje y esos paisajes... viajar siempre nos enriquece.

    Besotes

    Ana y Víctor

    ResponderEliminar
  3. jaja otro lomito para el niño!!!
    pero no se puede quejar que siempre se lo sirven con una presentación espectacular!!

    ResponderEliminar
  4. Lourdes, más bien tortilla de patatas!!! Hay que ver lo que la echamos de menos cuando estamos fuera. ¡Y un poquito de jamón!
    Yo pedí hamburguesa pensando que sería pequeñita, no tenía mucha hambre, pero cuando salieron a preguntarme cómo quería de hecha la carne, empecé a sospechar que el tamaño no era el esperado.

    ResponderEliminar