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miércoles, 26 de octubre de 2011

De San José a Barcelona

Como cada día durante nuestras vacaciones, nos levantamos temprano. Bajamos al buffet y desayunamos más o menos lo mismo de cada día ¡cómo íbamos a echar de menos esos desayunos! Teníamos pensado pasar la mañana realizando las últimas compras. Así que primero a un súper: café, frijoles, siropes, esencias,.... Me hubiese traído medio súper!!!! Pero no nos queda demasiado espacio en las maletas. De aquí nos fuimos al mercado de artesanía a comprar algunos regalitos. A diferencia de otros mercados del Caribe, aquí podías pasear sin que los vendedores te asaltasen, todos eran muy educados y te dejaban mirar sin estar detrás tuyo intentando negociar.



Compramos unos cuantos regalos y volvimos a coger la avenida central para dirigirnos al Mercado Central. 
De camino pasamos por el Teatro Nacional, que está a escasos metros del hotel Balmoral. 


Dimos un paseo por el Mercado curioseando por los puestos, pero sin entretenernos demasiado pues nuestro vuelo estaba muy cerca. 







Así que cogimos el equipaje y nos dispusimos a dejar Costa Rica. Un país que nos había enamorado, con sus gentes, su naturaleza, su gastronomía,... y al que hemos prometido volver, porque un trocito de nuestro corazón se quedó allí.

sábado, 22 de octubre de 2011

De vuelta a San José

El día después de visitar el Parque Nacional de Manuel Antonio pasamos la mañana en Quepos, un pueblito dónde pensábamos hacer algunas compras. Cogimos el transporte del hotel hasta la carretera principal, y de ahí en autobús hasta el centro de Quepos. 







Ese día hacía un calor asfixiante, así que después de visitar un poco el pueblo, pasamos por un súper a comprar algunas guarradas para pasar la tarde y de vuelta al hotel. Se estaba mejor en la piscina... Por el camino, pudimos ver unas preciosas panorámicas de Manuel Anton¡o.

Se acababa lo bueno, así que hicimos las maletas y disfrutamos de nuestras últimas horas en el hotel El Parador. Nuestro viaje estaba llegando a su fin.

Al día siguiente nos vinieron a recoger para llevarnos a San José. Después de un lluvioso trayecto llegamos al hotel Balmoral, el mismo de nuestro primer día. Dejamos las cosas y nos fuimos a dar un paseo por el centro de San José.
Y cómo estábamos muy cansados del viaje, a cenar temprano en el restaurante del hotel: El Patio del Balmoral. 
Para mí, una hamburguesa:




Para él ¿adivináis? Lomito con camarones.








Y de aquí a la cama, mañana nuestro fabuloso viaje llega a su fin.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Parque Nacional de Manuel Antonio

Un empujoncito y acabo el relato de Costa Rica, que ya va siendo hora...

El martes teníamos la visita al Parque Nacional de Manuel Antonio. El día amaneció lluvioso, pero eso no iba a trastocar nuestros planes. Nada más llegar a la entrada del parque, la naturaleza nos saludaba, vimos a la típica ranita de 3 colores, durmiendo, eso sí, pero la vimos. 


Y a partir de ahí perezosos, ranas, mapaches, cangrejos, tucanes, insectos,... fueron nuestros compañeros de sendero.








Hasta llegar a la playa. Dentro del parque hay dos playas, a las que sólo se puede acceder pagando la entrada del parque. Son playas totalmente vírgenes, de esas de postal, y aunque nuestro día no acompañaba, más de uno se fue al agua. 








Mientras disfrutábamos del descanso y del paisaje, uno de los guías encontró a un habitante de la zona muy especial ¡y a tan sólo 2 o 3 metros de nosotros!





¡Cómo para no mirar por dónde andábamos! En la misma playa hay otros habitantes, un poco rebeldes, y un poco chorizos también. A la que te descuidas te abren la mochila para ver que encuentran para comer. Y están hasta organizados y todo!!! Uno te distrae y el otro va por la retaguardia, jaja, nos reímos mucho, porque a nosotros no nos robaron, pero la cara de los turistas que corrían detrás de los monitos para recuperar sus cosas, era un poema. Sabían abrir las papeleras y todo!!!




Después de dejar a los monos Cara Blanca, seguimos nuestro paseo por el parque. Vimos imágenes que no se deberían repetir:


Nos parece muy gracioso ver a una iguana comiendo un bollo de pan, pero su metabolismo no está preparado para digerir la comida de los humanos, así que flaco favor le hacemos a los animales salvajes dándoles de comer nuestro picnic.

Seguimos nuestro camino


Y llegamos a la segunda playa del parque.


Más abierta que la anterior, pero igual de bonita y con menos ladronzuelos, jeje.



Al salir del parque nos dirigimos a un bar a tomar un tentempié: un zumo tropical y un platito de fruta. 

Después de esto, podías volver a entrar en el parque, esta vez ya sin guía, disfrutar de las playas, recorrer los senderos,... Pero nosotros, seguíamos empeñados en nuestro panching, así que vuelta al hotel, que las hamacas nos esperan. Piscina, piscina y más piscina ¡Esto es vida!




Tarde de no hacer nada, pero en buena compañía. Unos cócteles y a cenar.

Para mí, unos fideos con marisco,




Para mi marido, cómo no, un lomito con salsa de hongos. Yo creo que tuvo que aborrecer el lomito...




Y después de una buena cena y una buena charla, al dirigirnos a las habitaciones nos encontramos con una sorpresa. La piscina la habían invadido un montón de ranas o sapos, a saber.



Me parece que al día siguiente nos íbamos a quedar sin una de las piscinas....

sábado, 15 de octubre de 2011

Pastelillos de almendra y naranja sin gluten

Siempre que puedo veo a Sergio, el cocinero de la Mañana de la 1. Me gusta su forma de cocinar y de explicar las recetas, además de que me río un montón con Mariló. Pero los horarios del trabajo no me lo permiten disfrutar la mayoría de los días. El otro día hicieron unos pastelitos de naranja que tenían una pinta estupenda. Así que me apunté la receta y los hice el fin de semana. Las recetas las podéis encontrar en la web del programa en el apartado Trucos.
En el programa ellos los hicieron en forma de pastelitos redondos y los bañaron en chocolate. Yo lo simplifiqué más, magadalenas con virutas de chocolate, que ya era la hora de la merienda.


Ingredientes:
80g de mantequilla en pomada
80g de azúcar
80g de almendra molida
Ralladura de 2 naranjas
1 cucharada de mermelada de naranjas
3 yemas de huevo
80g de harina
2 g de levadura en polvo
3 claras a punto de nieve
50g de azúcar

Elaboración: 
Mezclar la mantequilla con el azúcar. Incorporar la almendra molida, la ralladura, la mermelada y las yemas de huevo. Batir bien y añadir la harina y la levadura.
Montar las claras con el azúcar hasta que tengamos un merengue compacto. Mezclar este merengue con la masa inicial y envolver con la espátula. 
Verter la mezcla en los moldes (añadir las virutas si se desea) y hornear en horno precalentado 15-20 minutos a 180ºC.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Siurana - El Priorat (Tarragona)

Hacía ya mucho tiempo que queríamos ir a Siurana, en la Comarca del Priorat, porque muchos amigos nos decían lo paisajes tan maravillosos que encontraríamos, lo bien que íbamos a comer y a disfrutar de sus excelentes vinos y su aceite de oliva. Así que aunque amaneció lloviznando, cogimos el coche y nos pusimos en marcha.
El pueblo de Siurana está situado a 737 metros de altura, y desde él se tienen unas vistas espectaculares del Río Siurana, del Pantano de Siurana y de los valles de alrededor. Es un pueblo pequeñito, de apenas 20 habitantes, pero con todo el encanto de su historia intacto.



Habíamos reservado en el Restaurant Siurana al que ya había ido mi hermano y por supuesto se había informado sobre su conocimiento de la celiaquía. Al realizar la reserva ya comenté que uno de los comensales era celíaco y me dijeron que no habría problema. Muchos de sus platos se basan en la brasa, así que nada más llegar, preguntaron quién era el celíaco y nos dijeron que podía comer de la carta. 


Mi marido pidió Melón con Jamón, de lo que luego se arrepintió porque se quedón con las ganas de caracoles. Mira que le dije que lo que había pedido lo podía comer en cualquier sitio, pero se le encaprichó. Yo opté por un surtido de quesos artesanos.


De segundo, para mí unas costillas de cordero a la brasa, y para mi marido paletilla de cordero al horno, acompañado de un allioli con aceite de la tierra que le daba un gusto....



De postre, crema de Sant Josep para mí y Flan casero para él. 




Y con los estómagos bien llenos, admiramos otra vez los paisajes y de vuelta a casa. Seguro que repetiremos!!!


sábado, 8 de octubre de 2011

Pollo al curry

Me encanta el saborcillo que le da el curry a la comida, y aunque lo utilizo muy de vez en cuando, cada vez que lo preparo me pregunto porqué no lo usaré más a menudo.Para los celíacos es difícil encontrar un curry sin gluten. En casa utilizamos el de Onena, que ya ha mandado más de un certificado de que sus productos son sin gluten. 


Ingredientes:
500 g de pechuga de pollo troceada
1 cucharada sopera de curry (esto al gusto)
200 ml de nata para cocina
2 cebollas
1 pimiento verde
1 zanahoria
Aceite de oliva virgen extra
Sal 

Elaboración:
Programar la fussioncook 10 minutos en menú manual.
Poner el aceite y cuando éste esté caliente añadir la cebolla picada. Rehogar.
Cuando coja color añadir el pimiento y la zanahora cortadas a trocitos.Añadir el pollo salpimentado y sellar la carne.Verter la nata y el curry y cerrar la olla. 
Programar 5 minutos a 160ºC y dejar despresurizar.Triturar la salsa y servir acompañado de un arroz blanco.


miércoles, 5 de octubre de 2011

Manuel Antonio

El camino de Monteverde a Manuel Antonio fue largo, pero mejor que el que nos llevó a Monteverde. Después de unas cuantas horas llegamos al Hotel El Parador. Fue el único destino en el que subimos de categoría de hotel de lo que teníamos contratado en el paquete, pues nuestra intención era descansar después de tanto ajetreo.


Llegamos un domingo al mediodía, y lo primero es lo primero. Así que paso por el restaurante para llenar ese vacío en el estómago, que empieza a quejarse. Avisamos de que mi marido es celíaco y nos ofrecieron lo que él podía comer, o bien adaptaban lo que pedía a su dieta. No tuvimos ningún problema en el hotel, y cuando en cocina dudaban de si algo manufacturado llevaba gluten, salían a preguntar o a decirnos que nos lo cambiaban por otra cosa.
Para mí: hamburguesa (fui incapaz de acabármela)




Para él: casado con lomito.




Y empezamos el panching: piscina, tumbona, comer y dormir fueron nuestras actividades.


El hotel dispone de una piscina familiar, de esas de efecto horizonte infinito, dónde da la sensación de que la piscina continúa en el Océano Pacífico, y una piscina de acceso exclusivo para adultos. 



Esta última estaba abierta 24 horas al día, y disponía de un jacuzzi escondidito también abierto 24 horas, y que había que reservar. Nosotros no encontramos el momento de reservarlo, pero creo que tampoco nos perdimos demasiado, porque el agua no era caliente.

El hotel también dispone de un recorrido a través de la selva dónde puedes encontrar más animalitos: perezosos, monos congo,... Así que cuando nos cansábamos de tanto tumbing nos íbamos a ver si encontrábamos algún bichito.

El día siguiente también lo pasamos de tumbing, pues era lunes y el Parque Nacional de Manuel Antonio estaba cerrado. Así que bajamos con el transporte del hotel a Manuel Antonio a ver la playa pública. Dimos una mini vuelta ya que había fuerte oleaje en el mar y no apetecía bañarse, y después de pasar por el súper, nos volvimos al hotel. 



Y después de un día tan cansado, prontito a la cama, que mañana nos toca visitar el Parque Nacional, pero no sin antes disfrutar de unas piñas coladas.