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jueves, 13 de septiembre de 2012

Regreso del Costa Concordia - Crucero por el mediterráneo

A buenas horas me pongo yo a hablar del Costa Concordia!! 
Pero la verdad es que me puse enferma poco antes de zarpar, y entre una cosa y otra, hasta ahora no he acabado de ponerme bien, por eso dejé el blog tan abandonado. 
En noviembre del año pasado nos embarcamos en el Costa Concordia para hacer el típico crucero del mediterráneo occidental. Llevaba unos días bastante enferma lo que condicionó, y mucho, nuestras vacaciones, que pasaron a ser unos días de tranquilidad y relax a bordo del barco, en vez de una oportunidad para conocer nuevas ciudades.
La ruta: Barcelona - Palma de Mallorca - La Valetta (Malta) - Palermo - Civitavecchia (Roma) - Savona - Barcelona. De las que sólo disfruté de Roma, haciendo un esfuerzo enorme, pero mereció la pena. En el resto, una vueltecita rápida por la ciudad y al barco a descansar. 
Elegimos Costa Cruceros, pues después de la experiencia con Iberocruceros, donde el tema del gluten no lo dominaban demasiado, no quisimos arriesgar y repetimos con Costa, con la que ya habíamos tenido muy buena experiencia el año anterior.
Del Capitán Schettino, que os voy a decir. Cenábamos cada día a su lado, y dio la casualidad de que esa semana su mujer y su hija disfrutaban de las vacaciones con él a bordo del barco. Ella nos miraba siempre por encima del hombro, con unos aires de superioridad que me ponían enferma, y él, con un moreno de esos de UVA que tiran para atrás. En una de las charlas que tuvimos con el anfitrión de habla hispana, Jairo, uno de los huéspedes le preguntó si el Concordia se podía hundir, a lo que contestó que era imposible. El señor y Jairo entraron en una "discusión" de que si el Titanic también era imposible de hundir y mira dónde acabó,... Jairo explicó alguna de las situaciones que había vivido y nos fuimos conformes de que era casi imposible que se hundiera. Dos meses después el Concordia se hundió, una pena. Y decir también que nosotros tampoco hicimos simulacro, se nos puso un vídeo en la habitación que quién quería lo miraba y quién no quería no. Menos mal que ahora se han puesto las pilas con las normas de seguridad.
Pero a lo que íbamos, nada más llegar al camarote nos encontramos con la bandeja de bienvenida: galletas, croissants, pan, embutido y fruta.



Desde recepción nos llamaron varias veces durante el crucero para saber si todo estaba bien o si necesitábamos algo más, siempre se preocuparon para que nuestra estancia fuese lo mejor posible. 
A la hora de las comidas no fue como en el crucero anterior, donde el maitre era el que se preocupaba de tomarnos nota, sino que teníamos al mismo camarero para todas las comidas, con lo que nos ahorrábamos ir pidiendo el menú gluten free o hablar con el maitre. Nuestro camarero sólo nos atendía a nosotros, lo que daba un poco de envidia al resto de comensales, porque las esperas eran cortísimas, nos esperaba a la entrada del comedor y nos entregaba los menús para ir eligiendo. Los menús siempre variados y con mucho dónde elegir y dónde nunca faltaba la tarta como postre, porque fruta también había de postre, pero me parece que no la eligió nunca, jaja. Además, alguna vez pregunté la marca de algún producto y vinieron rapidísimos con los envoltorios para enseñármelos. 




Con lo bien que nos cuidaron en el crucero y lo atentos que están siempre con todos los detalles, no nos apetece nada probar otra naviera, de momento nos quedamos con Costa.

Y para acabar, algunas imágenes de los puertos visitados:

Palma de Mallorca:


Malta:

Palermo:

Roma:





Savona:

Espero no tardar tanto en actualizar el blog como la última vez.



3 comentarios:

  1. Jooo.. comenté esta mañana pero no funcionó el ordenata del curro. No sabía que habías estado tanto tiempo malita.. Cuídate ¿vale?
    Y me ha encantado no sólo la crónica del viaje, aunque no lo pudiste disfrutar a tope, sino los nuevos datos que aportas a lo que se cocía por el Concordia.. jaja... Veo que decir esto es imposible de hundir resulta gafe.
    Besotes.

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  2. Pues si, pachuchilla pachuchilla he estado, unos días mejores otros días peores, y otros días mejor borrarlos. Ahora parece que ando mejor, pero incluso pensé que perdería las vacaciones y todo. A ver cuanto duro así!!

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