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miércoles, 21 de septiembre de 2011

Monteverde

Para hoy teníamos contratada la excursión a Selvatura, para disfrutar de del Bosque Nuboso a vista de pájaro ¡Íbamos a hacer Canopy! El día ameneció lluvioso, pero era una lluvia que no molestaba demasiado, así que chubasquero en mano nos dirigimos hacía el parque Selvatura. 
Nada más llegar nos pusieron los arneses de seguridad y cascos, y sin darnos tiempo a pensar, nos subieron en una minivan y arriba a la montaña. En nuestro grupo éramos los únicos de habla hispana, así que un guía nos separó del resto y nos dió la explicación. Empezaba a llover más fuerte, así que nos dijo que no podríamos ver las señales de los guías que estaban en las plataformas, que notaríamos unos golpes en la cuerda para avisarnos de cuándo debíamos frenar. Uffff!!!! Y encima empieza a llover más. Ahhhh! el guía se olvidaba de decírnoslo. Cuando llueve, aumenta la velocidad, porque los cables son más resbaladizos. ¡Argggggg!
Yo llevaba la cámara debajo del chubasquero, pero no me atreví a sacarla en ningún momento, y aún así acabó empapada. 
Disfrutamos durante más de dos horas de 15 cables a muchos metros sobre el bosque. Y aunque la lluvia no nos dejó admirar el paisaje en todo su esplendor, ver el bosque con esa luz también nos gustó mucho. Mi marido acabó un poco accidentado, no frenó a tiempo y a los guías no les dió tiempo a poner el freno de seguridad. Tuvieron que pararle y se llevó más de un golpe, pero al menos, no acabó contra el árbol que tenía delante. Así que en el último cable, de 1 kilómetro de longitud, nos pusieron por parejas y me tocó a mí frenar. Fue fantástico, la velocidad, la lluvia en los ojos, y todo ese manto verde bajo nuestros pies.


Sigue lloviendo y nos quedan los puentes colgantes. La verdad, no nos apetece nada, es un recorrido que suele hacerse en 1'5-2 horas. Pero ya lo tenemos pagado, así que vuelve bajo la lluvia pero esta vez a caminar. Los chubasqueros no han hecho su función, y estamos completamente empapados, caminando bajo la lluvia y cruzando puentes colgantes a unos 60 metros de altura. La verdad es que es impresionante, pero no llevo la cámara, la he dejado en la taquilla envuelta en una toalla, a ver si se seca y no se muere a mitad de viaje. El camino discurre tranquilo, no hay nadie en el bosque, pero nos cruzamos con alguno de sus habitantes habituales. No sé quién se asusta más si ellos o nosotros. 
Dejamos atrás Selvatura después de comer unos bocadillosy volvemos a nuestro hotel. Ducha caliente que dura más de lo normal, pero es que no consigo entrar en calor. 
Bajamos al pueblo de Santa Elena, primero visita al súper y luego a cenar. Elegimos el Tree House después de ver su carta. El nombre del restaurante no requiere mucha explicación ¿verdad?






Para mí un arroz de la casa:


Para mi marido, cómo no, carne a la parrilla:


Y de aquí a dormir, que mañana nos tocaba otra vez desplazamiento. Esta vez rumbo a Manuel Antonio. Esperemos que mejore el tiempo y las carreteras!!!

7 comentarios:

  1. Hoy he respirado pensando.. uffff.. están de vuelta y contándolo.. ¡¡p'haberos matao!!. Digo que lo próximo para vostros será el Pekin Express ¿no?
    Pero me sigue encantando.. y sido queriéndolo hacer aunque.. eso sí.. ya descarto a los niños,je, je.
    Besotes.

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  2. ¡¡¡madredelamorhermoso!!!!

    Desde luego que es para ir sin niños, o por lo menos con más añitos.

    Besitos.

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  3. Y dices que había niños de 11 años? (No veo las fotos, pero lo intuyo)... me ha hecho gracia el comentario de Pikerita...de ahí a Pekín express, ja,ja,
    Te aseguro, que si un día vamos, passsssso de tanta aventura, con el vértigo tan horrible que padezco, uf!!

    Bicossss y deseando leer las siguientes aventuras (y llegar a casita para ver todas las fotos)

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  4. Volver, volvimos, mi marido dice que con los dientes movidos después del tortazo. Imaginad mi cara cuando llego a la plataforma y me lo encuentro rodeado de monitores y con las manos tapándose la cara!!!! Pero la verdad es que compasamos genial y si regresamos repetimos seguro.
    Y niños había y muchos. Españoles no, en nuestro grupo solo iba esa niña, pero los americanos llevaban hasta bebés. Ellos van a Costa Rica a pasar el finde o un puente largo, y vimos en tirolinas niños de 5-6 añitos, con menos miedo que nosotros.

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  5. yo con lo cagona que soy... me hago caquita!! jeje
    pero bueno siempre existe la opción de drogarme y tirarme de donde haga falta...

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  6. Pobrecillo, espero que esté recuperado, anda que vaya susto. Ya me hubiera gustado probar esa tirolina, la sensación con la lluvia.
    Ya me darás más detalle de ese arrocito.

    Besos preciosa!
    GustoCocina - María G.

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