Buscar este blog

sábado, 17 de septiembre de 2011

De Arenal a Monteverde

Como cada mañana madrugamos, una visita al buffet de desayuno, para saborear la deliciosa piña del país y reponer fuerzas, mientras admiramos maravillados el Volcán Arenal ¡Cómo nos hubiera gustado verlo en todo su esplendor! 
Lo típico de la zona de Arenal es disfrutar de alguna de sus muchas termas: las del hotel Tabacón son famosas por su belleza, pero hay muchas otras.
Nuestro hotel (Arenal Paraíso) también dispone de unas. De 14 piscinas, 13 son de aguas termominerales, con temperaturas entre los 42ºC y los 26ºC, todas situadas entre los jardines. Vamos, un paraíso en plena naturaleza. 
Nuestra intención era probar las piscinas después de la excursión al Volcán Tenorio, que cómo sabíamos que íbamos a llegar cansados, pues un bañito en esas aguas no nos iría nada mal. Pero al regresar de la excursión diluviaba y con el cansancio que teníamos sólo tuvimos ojos para la cama. Así que por la mañana dimos un paseo por los jardines para, al menos, poder ver qué nos habíamos perdido.



 ¡Qué pena no haber estado otro día más para poder disfrutarlas!
Con un cielo nublado nos ponemos en marcha camino de Monteverde. Nos esperan unas cuantas horas de viaje, lo peor, la carretera. Más de la mitad del camino es por un camino de tierra, sin asfaltar. Unos 40 kilómetros por esta carretera:


Y cuando ya llevas unos cuantos kilómetros así, tu cuerpo empieza a quejarse. Nos dolían todos los huesos. El conductor hizo varias paradas para que descansásemos, pero ni con esas.
Nada más llegar al Hotel Heliconia, dejamos las maletas en la habitacion y nos encontramos con 2 camas enormes ¡qué bien íbamos a dormir! 



Pero era ya la hora de comer, así que antes de la siesta, bajamos al restaurante del hotel.
Para mí, pizza de jamón y piña, por supuesto, horneada en horno de piedra.


Mi marido pidió un plato de mariscos con salsita, que nos aseguraron que no llevaba gluten.


De aquí a dormir un rato, que fue más largo de lo esperado, casi no nos dió tiempo a merendar. Habíamos contratado una excursión para caminar por el bosque nuboso de Monteverde por la noche. Nos vinieron a recoger al hotel, y ya estaba empezando a llover. Con tanta agua, no teníamos esperanza de ver a ningún bicho. La caminata duraba una hora, y fue una hora bajo la lluvia, de la que el bosque nos protegió, menos mal. Vimos insectos, insectos y más insectos, y algún mapache que se refugiaba de la lluvia. Ni rastro de serpientes, ranas o mamíferos.


Mojados y cansados nos fuimos a dormir. Mañana nos esperaba un día repleto de emociones: Selvatura.

7 comentarios:

  1. ¡¡que emocionante está el reportaje!!... ¡¡peazo camasss!!.. Y ya en esta parte parece que empiezan a gustarte los bichos y todo.. ja, ja...

    ResponderEliminar
  2. Desde luego esto es "La Saga de Guiro". Cuanta energía derrocháis, pero sobre todo los parajes y la naturaleza que habéis descubierto y disfrutado. Tu si puedes comer alimentos con gluten? Es que tengo un lío? Creía que no podíais comer alimentos con gluten ni tu marido ni tu...

    Besos solete!
    GustoCocina - María G.

    ResponderEliminar
  3. Lourdes, cuando no veíamos bichos, ¡hasta los echábamos de menos!
    María, el celiaco es mi marido, yo si puedo comer gluten, pero en casa es todo sin. Es mucho mas fácil que no haya gluten, así no me equivoco.

    ResponderEliminar
  4. Tengo ganas de llegar a casa (octubre) para deleitarme con tu viaje. No veo las fotos desde el currillo (me olvidé el portátil en casa y hasta que no regrese no puedo ni ver mis correos, ni postear en condiciones en el blog, ni ver las fotos de algunos sitios.)

    Ayer te mandé un mensajito al blog, y veo que no ha salido...¿o fué en otro post?
    Éste viaje lo tengo pendiente, siempre he oido maravillas de el, todo el mundo que va allá, viene como con otra manera de ver las cosas. Esperaremos a que mi hija pequeña sea algo más mayor(ahora tiene 11 años)... o lo mismo con la energía que tiene, quizás no haga falta esperar??
    Lo apuntaremos en próximos pendientes.
    Bicosss

    ResponderEliminar
  5. Marisa, no creo que a tu niña le haga falta crecer mas, con nosotros coincidió una familia con su niña de esa edad y lo pasó de fábula, nunca tenía suficiente.

    ResponderEliminar
  6. Si ya estaba enamorada del viaje y de tus relatos, con esas piscinas termales y esas camas enormes me has convencido del todo!
    Por cierto tanto oír hablar de piñas me has picado el gusanillo y me he comprado una, aunque no creo que este tan buena...

    ResponderEliminar
  7. Nosotros nada mas llegar compramos piña, del monte, que es de costa rica. Y ¡que desilusión nos llevamos! No se parecía en nada, estaba insipida. Claro, allí las cogen para tomar en unos días, aquí las traen sin hacer para guardar en cámaras, y no hay color!!

    ResponderEliminar