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viernes, 30 de septiembre de 2011

Flan de coco al aroma de Mangaroca

Ummmmmmhhhh!!!! Riquísimo!! Tenía una lata de leche de coco que me iba a caducar, y hacía días que nos apetecía flan, así que manos a la obra.


Ingredientes:
1 lata de leche de coco
1 copa de Mangaroca
300 ml de leche entera (La leche + Mangaroca deben hacer 500g)
4 huevos
150g de azúcar
Caramelo líquido

Elaboración:
Mezclar todo con la batidora o la thermomix. 
Verter en un molde al que habremos puesto caramelo líquido.
Llenar la cubeta de la fussioncook con dos dedos de agua.
Introducir el molde y programar 10 minutos en modo manual.
Guardar en el frigorífico para que cuaje.
El resultado:



Fuente: Foro fusssioncook

lunes, 26 de septiembre de 2011

Arroz con conejo

Muchos mediodías me pilla el toro y no sé que hacer para comer. El otro día llegué tarde a casa, y sólo tenía en la nevera unos muslitos de conejo. Así que con un poco de arroz, un pimiento y los muslitos me salió una comida bastante apañada.

Ingredientes:
1 vaso de arroz (según los comensales)
2 vasos de agua
4 muslos de conejo
1 pimiento
1 cebolla pequeña
1 diente de ajo
1 cucharada de salsa de tomate
Guisantes congelados
Aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta

Elaboración:
Cubrir el fondo de la fussioncook con el aceite y programar 20 minutos menú manual.
Añadir el ajo, el pimiento y la cebolla bien picados. Rehogar.
Cuando estén dorados, añadir el conejo salpimentado y dejar dorar.
Añadir el tomate y los guisantes y seguir rehogando.
Seguidamente, añadir el arroz, el colorante y el agua.
Parar el programa manual y programar 8 minutos en menú manual. Dejar despresurizar y ¡a comer!
La foto, cómo el plato, deprisa y corriendo.



miércoles, 21 de septiembre de 2011

Monteverde

Para hoy teníamos contratada la excursión a Selvatura, para disfrutar de del Bosque Nuboso a vista de pájaro ¡Íbamos a hacer Canopy! El día ameneció lluvioso, pero era una lluvia que no molestaba demasiado, así que chubasquero en mano nos dirigimos hacía el parque Selvatura. 
Nada más llegar nos pusieron los arneses de seguridad y cascos, y sin darnos tiempo a pensar, nos subieron en una minivan y arriba a la montaña. En nuestro grupo éramos los únicos de habla hispana, así que un guía nos separó del resto y nos dió la explicación. Empezaba a llover más fuerte, así que nos dijo que no podríamos ver las señales de los guías que estaban en las plataformas, que notaríamos unos golpes en la cuerda para avisarnos de cuándo debíamos frenar. Uffff!!!! Y encima empieza a llover más. Ahhhh! el guía se olvidaba de decírnoslo. Cuando llueve, aumenta la velocidad, porque los cables son más resbaladizos. ¡Argggggg!
Yo llevaba la cámara debajo del chubasquero, pero no me atreví a sacarla en ningún momento, y aún así acabó empapada. 
Disfrutamos durante más de dos horas de 15 cables a muchos metros sobre el bosque. Y aunque la lluvia no nos dejó admirar el paisaje en todo su esplendor, ver el bosque con esa luz también nos gustó mucho. Mi marido acabó un poco accidentado, no frenó a tiempo y a los guías no les dió tiempo a poner el freno de seguridad. Tuvieron que pararle y se llevó más de un golpe, pero al menos, no acabó contra el árbol que tenía delante. Así que en el último cable, de 1 kilómetro de longitud, nos pusieron por parejas y me tocó a mí frenar. Fue fantástico, la velocidad, la lluvia en los ojos, y todo ese manto verde bajo nuestros pies.


Sigue lloviendo y nos quedan los puentes colgantes. La verdad, no nos apetece nada, es un recorrido que suele hacerse en 1'5-2 horas. Pero ya lo tenemos pagado, así que vuelve bajo la lluvia pero esta vez a caminar. Los chubasqueros no han hecho su función, y estamos completamente empapados, caminando bajo la lluvia y cruzando puentes colgantes a unos 60 metros de altura. La verdad es que es impresionante, pero no llevo la cámara, la he dejado en la taquilla envuelta en una toalla, a ver si se seca y no se muere a mitad de viaje. El camino discurre tranquilo, no hay nadie en el bosque, pero nos cruzamos con alguno de sus habitantes habituales. No sé quién se asusta más si ellos o nosotros. 
Dejamos atrás Selvatura después de comer unos bocadillosy volvemos a nuestro hotel. Ducha caliente que dura más de lo normal, pero es que no consigo entrar en calor. 
Bajamos al pueblo de Santa Elena, primero visita al súper y luego a cenar. Elegimos el Tree House después de ver su carta. El nombre del restaurante no requiere mucha explicación ¿verdad?






Para mí un arroz de la casa:


Para mi marido, cómo no, carne a la parrilla:


Y de aquí a dormir, que mañana nos tocaba otra vez desplazamiento. Esta vez rumbo a Manuel Antonio. Esperemos que mejore el tiempo y las carreteras!!!

sábado, 17 de septiembre de 2011

De Arenal a Monteverde

Como cada mañana madrugamos, una visita al buffet de desayuno, para saborear la deliciosa piña del país y reponer fuerzas, mientras admiramos maravillados el Volcán Arenal ¡Cómo nos hubiera gustado verlo en todo su esplendor! 
Lo típico de la zona de Arenal es disfrutar de alguna de sus muchas termas: las del hotel Tabacón son famosas por su belleza, pero hay muchas otras.
Nuestro hotel (Arenal Paraíso) también dispone de unas. De 14 piscinas, 13 son de aguas termominerales, con temperaturas entre los 42ºC y los 26ºC, todas situadas entre los jardines. Vamos, un paraíso en plena naturaleza. 
Nuestra intención era probar las piscinas después de la excursión al Volcán Tenorio, que cómo sabíamos que íbamos a llegar cansados, pues un bañito en esas aguas no nos iría nada mal. Pero al regresar de la excursión diluviaba y con el cansancio que teníamos sólo tuvimos ojos para la cama. Así que por la mañana dimos un paseo por los jardines para, al menos, poder ver qué nos habíamos perdido.



 ¡Qué pena no haber estado otro día más para poder disfrutarlas!
Con un cielo nublado nos ponemos en marcha camino de Monteverde. Nos esperan unas cuantas horas de viaje, lo peor, la carretera. Más de la mitad del camino es por un camino de tierra, sin asfaltar. Unos 40 kilómetros por esta carretera:


Y cuando ya llevas unos cuantos kilómetros así, tu cuerpo empieza a quejarse. Nos dolían todos los huesos. El conductor hizo varias paradas para que descansásemos, pero ni con esas.
Nada más llegar al Hotel Heliconia, dejamos las maletas en la habitacion y nos encontramos con 2 camas enormes ¡qué bien íbamos a dormir! 



Pero era ya la hora de comer, así que antes de la siesta, bajamos al restaurante del hotel.
Para mí, pizza de jamón y piña, por supuesto, horneada en horno de piedra.


Mi marido pidió un plato de mariscos con salsita, que nos aseguraron que no llevaba gluten.


De aquí a dormir un rato, que fue más largo de lo esperado, casi no nos dió tiempo a merendar. Habíamos contratado una excursión para caminar por el bosque nuboso de Monteverde por la noche. Nos vinieron a recoger al hotel, y ya estaba empezando a llover. Con tanta agua, no teníamos esperanza de ver a ningún bicho. La caminata duraba una hora, y fue una hora bajo la lluvia, de la que el bosque nos protegió, menos mal. Vimos insectos, insectos y más insectos, y algún mapache que se refugiaba de la lluvia. Ni rastro de serpientes, ranas o mamíferos.


Mojados y cansados nos fuimos a dormir. Mañana nos esperaba un día repleto de emociones: Selvatura.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Arenal - Excursión a Río Celeste (Volcán Tenorio)

Como cada día nos levantamos sin necesidad de despertador. Las habitaciones del hotel eran cabañas orientadas a la falda del volcán para poder disfrutarlo en todo su esplendor, y aunque no vimos ninguna erupción, pudimos disfrutarlo despejado de nubes.






Desayuno típico tico (gallo pinto, huevos revueltos y fruta) y esperamos a que nos vengan a buscar. Son muy puntuales. La excursión la realizaremos con una pareja de estadounidenses muy majos. Por el camino, el guía, Alberto, nos comenta que hace unos días que está habiendo terremotos en la zona a dónde nos dirigimos. El último, de 5.1, hacía un par de días. Creen que es el volcán Tenorio, que va a hacer externa su actividad. Así que imaginad que caminata tuvimos. Cada vez que había un ruido extraño, nos mirábamos todo por si teníamos que salir corriendo.
Por el camino paramos en un súper para comprar tentempiés, y puestos a elegir, que mejor que fruta del país. Así que una piña y manzanas fueron nuestra elección. Además, eso no tiene gluten.
Al llegar a la entrada del Parque Nacional, nos incribimos en el registro por si hubiese algún accidente o entrara en erupción el Volcán (¡qué bien!) nos tuviesen identificados. Comimos la piña (deliciosa otra vez más) y nos ponemos en marcha. 
La caminata se hace en el interior del Volcán Tenorio, siguiendo el curso del Río Celeste. El río coge el nombre por su aspecto. La leyenda cuenta que cuando Dios terminó de pintar el cielo, limpió su pincel en ese río. La explicación científica es que el color se lo aporta los minerales de la zona volcánica. Sea como sea, el paisaje es espectacular y la caminata, aunque cansada, merece la pena.
Esta zona es de aguas termales:



Esto son los teñideros, es el punto donde el agua comienza a tener ese color celeste, y dónde dicen que se limpió el pincel:


De aquí teníamos que elegir o volver por dónde habíamos venido y luego llegar a ver la cascada, o cruzar el río y llegar por el otro lado. Muy aventureros decidimos cruzar el río, claro, no habíamos visto por dónde!!! Primero atravesar 2 árboles que hacían de puente, mejor no os imaginéis cómo crucé el segundo.... 
Por el camino vimos borbotones de agua, lagos celestes, y unas vistas increíbles.


 
Y después de subir a un mirador y una buena caminata, el guía nos anuncia que tenemos que volver a cruzar el río!! Y, ¿por dónde? ¿por algún sitio de aguas tranquilas y poco profundas? ¿por encima de algún tronco? Nooooo, justo por una cascada, en una zona de fuertes corrientes y con el suelo lleno de piedras. Yo me puse en biquini, pero claro, la mochila con las cámaras la llevaba encima. Me agencié con un palo a modo de bastón e intenté aventurarme. Dos pasos dí, no podía caminar más. Mi marido estuvo a punto de caer al agua, pero aguantó el equilibrio. El guía no tuvo tanta suerte, y él, su móvil, cartera,.... fueron a darse un buen chapuzón. Después de mucho pensarlo me atreví y crucé sin ningún percance. 


Nos habíamos ganado la comida, así que después de elegir unos zumos naturales, disfrutamos de nuestros casados típicos.




De camino al hotel, nos encontramos con más de una sorpresa:


Este pobre perezoso estaba un poco perdido, se había quedado a dormir en un cable de la luz. Me dió una pena irnos y dejarlo allí....


También vimos monos, tucanes, loros, más perezosos,.... Y después la lluvia. Una ducha, y a dormir, que estábamos tan cansados que ni nos paramos a cenar. Al día siguiente tocaba un buen madrugón y muchas horas de carretera. Monteverde nos espera.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Panna Cotta con Gelatina de Fresa

Hacía tiempo que tenía ganas de preparar una panna cotta, pero nunca me había puesto a ello, y mira que es fácil. Así que viendo unos bricks de nata en la nevera a punto de caducar, me puse manos a la obra. Copié la receta de Velocidad Cuchara.



Ingredientes:
400 ml de nata
400 ml de leche
1 vaina de vainilla
100g de azúcar (mejor glass)
5 láminas de gelatina neutra
250g de agua
1 sobre de gelatina de fresa

Elaboración:
Poner las hojas de gelatina en remojo con agua fría.
Mezclar la nata, el azúcar, la leche y la vaina de vainilla en la thermomix, 90ºC, 10 minutos, velocidad cuchara. En el blog de velocidad cuchara aconsejan dejar esta mezcla infusionar toda la noche, para que el aroma de vainilla sea más pronunciado. Yo no he tenido tanta paciencia.
Retiramos la vaina de vainillia y añadimos las hojas de gelatina escurridas a la mezcla. Mezclar unos segundos a velocidad 5 para que se disuelvan las hojas de gelatina.
Verter en moldes previamente engrasados y dejar reposar.
Calentar en el vaso el agua, 5 minutos, 90ºC, velocidad cuchara.
Añadir el sobre de gelatina de fresa y programar 1 minuto, 90ºC, velocidad 3 y medio. Dejar que enfríe un poco la mezcla y coja densidad, y verter sobre la panna cotta a medio cuajar.
Dejar cuajar en la nevera.
Desmoldar y servir.




Jeje, no sé cómo pasó, pero algunas tienen la gelatina abajo (dónde yo la puse) y otras arriba, como ésta. Supongo que la panna cotta no estaría bien cuajada, y la gelatina migró.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

De Tortuguero a Arenal

Nos levantamos temprano, cómo cada día, el cuerpo no se ha hecho todavía a la nueva zona horaria. Desayuno tico: gallo pinto, huevos y fruta. Recogida de maletas y a las lanchas para comenzar nuestro viaje. Después de un largo paseo en lancha, al autocar que nos llevaría otra vez al Restaurante El Ceibo. Allí comida típica tica. Preguntamos por el gluten y nos comunican que la carne en salsa no la puede comer pero lo demás sí. Así que después de comer, nos quedamos esperando a nuestro transfer. 
Y una vez en el mini bus, 4 horas hasta Arenal. Parada en un bar a tomar un café, y llegados a La Fortuna reparto a los hoteles. El nuestro: Arenal Paraíso Nada más llegar pudimos observar entre las nubes el Volcán Arenal.


El Volcán Arenal es uno de los 10 volcanes más activos del mundo, pero lleva desde Octubre de 2010 sin actividad externa visible. Antes podía verse erupciones de lava todas las noches, ahora tan sólo alguna fumarola.
Dejamos las maletas, y nos dirigimos al pueblo para contratar la excursión del día siguiente: Río Celeste. Como iba a ser una excursión de día entero, preguntamos por la comida. Desde la agencia llamaron a varios touroperadores, y al final cogimos uno que nos dijo que no habría problemas. En la misma agencia preguntamos por restaurantes para ir a cenar y nos recomendaron Don Rufino. Yo ya había leído buenas críticas sobre él, así que allá fuimos.
Supongo que el restaurante es uno de los más caros de La Fortuna, pero comimos muy bien. Al específicar que mi marido era celíaco, el camarero nos comentó que conocían perfectamente la enfermedad, y que cómo todo lo elaboraban ellos no había problema, aún así confirmó con cocina que la salsa que había pedido para su carne estuviera exenta de gluten.
El pidió un filet mignon
Yo un atún con fideos en salsa tamarindo
Con el estómago lleno, la excursión contratada y cansados del viaje, nos fuimos a la cama, para coger fuerzas, muy necesarias en nuestra próxima visita al Volcán Tenorio.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Parque Nacional de Tortuguero

Nos habían avisado de que los monos congo o aulladores nos despertarían por la mañana, y vaya si lo hicieron. Miedo nos daba movernos de la cama por si estaban detrás de la puerta. A las 4:40 am, nos pasaron a despertar los guías, porque a las 5 nos íbamos de excursión. ¡Esto son vacaciones!
Íbamos a hacer una ruta en lancha por el Parque Nacional de Tortuguero, para poder admirar su fauna y su flora. Y la verdad, es que el parque nos dejó con la boca abierta. Iguanas, caimanes, tortugas, ranas, pájaros de todo tipo, palmeras, ficus,.... El conductor de la lancha, con ojo de lince, paraba cada dos por tres, para enseñarnos algún nuevo descubrimiento. Si a mí todavía me cuesta encontrar a los bichos en mis fotos, ¡cómo podía verlos él en movimiento!









De vuelta de la ruta, a desayunar, que tan sólo habíamos tomado un café. Tortilla, gallo pinto y fruta, acompañada de café y zumos naturales, fue nuestro desayuno sin gluten.
Del comedor a buscar las botas de agua, porque había estado toda la noche lloviendo y nos teniamos que adentrar en la selva para conocer un poco más el Parque Nacional. Insectos, setas, árboles, serpientes mortíferas, monos araña, monos aulladores,.... Todos vinieron a darnos la bienvenida. Las serpientes venenosas me hicieron una ilusión.... Sobre todo saber que su mordedura tardaba tan sólo 2 horas en matarte, y que sólo para salir del parque tardaríamos una hora cuarenta y cinco minutos en lancha... Te consuela saber que tienen antídotos en las oficinas del parque. 



Antes de salir del camino, vimos como unos monos arañas echaban a unos aulladores. Iban persiguiéndose por los árboles, gruñendo y haciendo ruidos. Fue de las primeras veces que los teníamos tan cerca.


De vuelta al hotel, a comer, un ratito en la piscina, y de vuelta a los canales de Tortuguero para observar la vida de la selva al atardecer. Más animales: tucanes, garzas reales, ..., iguanas, basiliscos,... se cruzaron por nuestro camino. Y maravillosos paisajes.
















Cuando ya casi regresábamos, nos encontramos con una familia de monos araña que cruzaban el canal por los árboles. El espectáculo fue maravilloso. Al principio hicimos muchas fotos, pero luego todos pensamos que era mejor disfrutarlo en ese preciso momento. Conseguimos ver como una mamá hacía de puente para que pudiera pasar su cría.












De allí al hotel otra vez, a cenar rápido, pues esa noche teníamos contratado el tour para intentar ver el desove de las tortugas. Teníamos que ir con ropa oscura, con linternas para el camino y sin cámaras, móviles o cualquier otro dispositivo. Por sorteo nos tocó el primer turno, de 20 a 22h, así que una vez en las lanchas, nos asignaron un sector del parque para ir al avistamiento. Nada más llegar a nuestro punto de encuentro nos comunicaron que ya había una tortuga haciendo su nido. Así que nos dirigimos a la zona de la playa donde estaba la tortuga. Pero después de esperar un rato, la tortuga cambió de sitio, no le gustaba el que había elegido primero, seguramente porque había muchas raíces. Mientras esperábamos vimos salir del agua a otras tortugas, pero no se decidían y volvían a entrar. Cuando yo ya había perdido la esperanza porque se nos acababa el tiempo, nos llamaron que ya había acabado el nido. Pudimos ver el proceso de desove, y cómo los del centro de protección hacían las medidas y la marcaban para hacerle el seguimiento. Mientras están en este proceso las tortugas entran en trance y no son conscientes de los turistas que tienen alrededor. Cómo se nos acabó el tiempo no pudimos ver cómo regresaba al mar, pero aún así fue una experiencia increíble. De aquí ya nos fuimos a dormir, que al día siguiente nos íbamos hacía Arenal.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Bizcocho de manzana al aroma de limón sin gluten

Me ha costado, pero he encendido el horno. Ahora que parece que hace menos calor, me animé y me puse a hacer la merienda. No me apetecía nada complicado así que un bizcochito me pareció buena idea. Lo había hecho con gluten y lo encontré delicioso, así que porqué no hacerlo sin.



Ingredientes:
1 yogur griego (en mi caso de plátano, no había otra cosa)
2 medidas de yogur de azúcar (210g)
3 medidas de yogur de harina Mix C de Schar (200g)
4 huevos
1 sobre de levadura
50g de almendra molida
1 manzana
1 limón
Azúcar avainillado
Ron

Elaboración:
Poner en el vaso de la thermomix los huevos con el azúcar y programar 3 minutos, 37º, velocidad 3'5. Cuando pase el tiempo, volver a programar igual pero sin temperatura. Añadir el yogur, la ralladura del limón y el aceite y mezclar a velocidad 3 unos segundos. Añadir la almendra molida, la harina, la levadura, el azúcar avainillado y, en mi caso, un chorrito de ron (un chorrito largo, jeje). Mezclar unos segundos a velocidad 2. 
Verter la mitad de la masa en un molde engrasado previamente. Añadir la manzana pelada y troceada y tapar con el resto de la masa. Hornear unos 40 minutos a 180ºC. Y a merendar!!!!



La receta la ví en Recetario Canecositas